MATRIMONIO MIXTECA: El fuego
del hogar, que se alimenta con leña, es encendido en ceremonias matrimoniales
que en la actualidad duran dos días, el hombre se encarga de cultivar y traer
leña; la mujer, de mantener el fuego encendido en casa y preparar los alimentos.
- PREPARATIVOS:El soltero reúne a su familia y sus padrinos y madrinas, compadres, comadres y amigos, y se busca a aun embajador para arreglar el matrimonio, El embajador o parangonero, puede ser una mujer, la cual se ha preparado durante años para poder invocar los orígenes comunitarios y de linaje, decirla en tsa'vi o parangón, en la más alta tradición oral, y concertar el vikó tanta'á o fiesta de boda.Conformada la comitiva. el linaje de ella y su parangonero reciben a los llegados con humo de copal, escuchan y contestan con mucho respeto los parangones y toman acuerdos entre las familias; el que pide matrimonio ofrece mole, carne, tortillas de distintos colores, aguardiente, cervezas, brandy y refrescos, para concertar nuevos encuentros.
LA CEREMONIA
Llegado
el día, desde la madrugada los cohetes comunican el evento. Los novios se
preparan. El fuego que la jovencita mantuvo encendido en la choza de sus padres
mientras crecía y aprendía los quehaceres de su género, los padrinos traen
músicos tradicionales de violin y guitarra y comienzan a tocar Nuú ni nta'va
ñu'u ("Cuando el fuego se apaga") Sus padres y padrinos la despiden
ante el altar de su casa, apagan el fuego, cierran las puertas y todos se van
al templo parroquial. En la ceremonia mixteca también se hacen marido y mujer
en la reunión con las familias. Dará inicio así la parte más significativa: la
ceremonia de las flores. Con el humo
del copal se , ahuyenta a los entes malignos y se delimita el territorio de la
celebración Los padrinos y los novios
pasan con la servilleta y con una jícara de agua para purificar el compromiso
de unir a los linajes, formados en tres filas. Los cohetes explotan, mientras
el aguardiente y el tepache comienzan a circular entre los nuevos compadres
para brindar por los recién casados, Los novios estrenan la ropa que les han
regalado sus padrinos y, como preámbulo del final, son llamados ante el altar
del nuevo fuego. Ahí reciben consejos y buenos deseos, les hablan del futuro y de
asegurar la descendencia, de que un cargo comunitario les espera.
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